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Entradera, persecución policial y tiros

Entradera, persecución policial y tiros
Entradera, persecución policial y tiros

La cena del viernes no fue tranquila. Tampoco la salida para aquellos que pretendían pasar una noche amena en el comienzo del fin de semana. Una persecución de película, con varios patrulleros involucrados, alteró la calma de la ciudad. Minutos antes, una banda de delincuentes atacó a un conocido joyero de la ciudad en su casa, le robaron la camioneta y las llaves del comercio, el que no pudo ser blanco del robo.

Si bien todo es matería de investigación y los policías trabajaron durante toda la noche en búsqueda de pistas para armar el rompecabezas, se sabe que cerca de las 22, una banda de al menos 4 integrantes hizo una entradera en la casa de un conocido joyero de la ciudad. El golpe lo dieron en la calle Artigas casi Mendoza, cuando el hombre de 53 años intentaba guardar su camioneta en el garage.

De acuerdo con la poca información que trascendió, apenas bajó del vehículo y abrió el portón de la vivienda, cuatro hombres con armas largas y chalecos antibala, lo encañonaron y redujeron. Los delincuentes no se llevaron nada de valor del interior de la vivienda, sólo sacaron los teléfonos familiares, una bicicleta, la camioneta Volkswagen Amarok de la víctima y las llaves de la joyería, ubicada en pleno centro de la ciudad.

A partir de allí, huyeron con rumbo desconocido, aunque se podía intuir que en algún momento de la noche llegarían hasta el local de la calle Tucumán al 900, entre Don Bosco y Maipú. Sin embargo nunca llegaron a la joyería, es que a las pocas cuadras, sobre calle Alsina, comenzó una persecución.

Testigos ocasionales incluso debieron detener su marcha para el paso de la Policía, aseguran que escucharon varias detonaciones de armas de fuego. En la zona de J.J. Gómez, sobre calle Félix Heredia a la altura del albergue tránsitorio JR. Finalmente, todo terminó en el barrio Alta Barda, en esa misma zona, pero al norte del canal Principal de Riego, en una de las picadas que habitualmente utilizan los camiones que trasladan yeso desde Allen hacia la playa de maniobras de Ferrosur.

Según se pudo determinar, hay tres detenidos, uno de ellos un hombre conocido en el ambiente delictivo, con al menos un paso por la cárcel de Roca, oriundo de Gómez. Otro de los delincuentes no sería de la ciudad y durante la madrugada los investigadores cruzaban datos con sus pares de otras provincias para determinar con certeza de quién se trataba. Y se cree que al menos uno alcanzó a escapar.

Los delincuentes se llevaron las llaves de la joyería, pero la rápida intervención policial les hizo abortar el robo.

Al parecer la banda estaba integrada por delincuentes de afuera con datos certeros aportados por ladrones locales, que además brindaron apoyo para cometer el robo. Si bien no ingresaron a la joyería, se supo que el local pertenece al padre del propietario de otro comercio del rubro que hace un mes estuvo a punto de ser blanco de boqueteros y que queda a la vuelta, al lado de una conocida inmobiliaria. 

En aquel momento la eficacia de un patrullaje de rutina permitió dar con un grupo de boqueteros que pensaba entrar a la joyería por los techos, como hacía unos años habían ingresado en al menos dos ocasiones a la inmobiliaria Terbay que linda con la joyería.

 

En resumen:
Resumen en español del contenido en 100 palabras

La cena del viernes no fue tranquila. Tampoco la salida para aquellos que pretendían pasar una noche amena en el comienzo del fin de semana. Una persecución de película, con varios patrulleros involucrados, alteró la calma de la ciudad. Minutos antes, una banda de delincuentes atacó a un conocido joyero de la ciudad en su casa, le robaron la camioneta y las llaves del comercio, el que no pudo ser blanco del robo.

Si bien todo es matería de investigación y los policías trabajaron durante toda la noche en búsqueda de pistas para armar el rompecabezas, se sabe que cerca de las 22, una banda de al menos 4 integrantes hizo una entradera en la casa de un conocido joyero de la ciudad. El golpe lo dieron en la calle Artigas casi Mendoza, cuando el hombre de 53 años intentaba guardar su camioneta en el garage.

De acuerdo con la poca información que trascendió, apenas bajó del vehículo y abrió el portón de la vivienda, cuatro hombres con armas largas y chalecos antibala, lo encañonaron y redujeron. Los delincuentes no se llevaron nada de valor del interior de la vivienda, sólo sacaron los teléfonos familiares, una bicicleta, la camioneta Volkswagen Amarok de la víctima y las llaves de la joyería, ubicada en pleno centro de la ciudad.

A partir de allí, huyeron con rumbo desconocido, aunque se podía intuir que en algún momento de la noche llegarían hasta el local de la calle Tucumán al 900, entre Don Bosco y Maipú. Sin embargo nunca llegaron a la joyería, es que a las pocas cuadras, sobre calle Alsina, comenzó una persecución.

Testigos ocasionales incluso debieron detener su marcha para el paso de la Policía, aseguran que escucharon varias detonaciones de armas de fuego. En la zona de J.J. Gómez, sobre calle Félix Heredia a la altura del albergue tránsitorio JR. Finalmente, todo terminó en el barrio Alta Barda, en esa misma zona, pero al norte del canal Principal de Riego, en una de las picadas que habitualmente utilizan los camiones que trasladan yeso desde Allen hacia la playa de maniobras de Ferrosur.

Según se pudo determinar, hay tres detenidos, uno de ellos un hombre conocido en el ambiente delictivo, con al menos un paso por la cárcel de Roca, oriundo de Gómez. Otro de los delincuentes no sería de la ciudad y durante la madrugada los investigadores cruzaban datos con sus pares de otras provincias para determinar con certeza de quién se trataba. Y se cree que al menos uno alcanzó a escapar.

Los delincuentes se llevaron las llaves de la joyería, pero la rápida intervención policial les hizo abortar el robo.

Al parecer la banda estaba integrada por delincuentes de afuera con datos certeros aportados por ladrones locales, que además brindaron apoyo para cometer el robo. Si bien no ingresaron a la joyería, se supo que el local pertenece al padre del propietario de otro comercio del rubro que hace un mes estuvo a punto de ser blanco de boqueteros y que queda a la vuelta, al lado de una conocida inmobiliaria. 

En aquel momento la eficacia de un patrullaje de rutina permitió dar con un grupo de boqueteros que pensaba entrar a la joyería por los techos, como hacía unos años habían ingresado en al menos dos ocasiones a la inmobiliaria Terbay que linda con la joyería.

 


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